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Esto es lo que sabemos del trágico accidente del Chapecoense brasileño

Te contamos aquí la información que se sabe hasta el momento del fatídico accidente aéreo del equipo de futbol que viajaba a Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana

Un avión que transportaba a los integrantes del club de fútbol Chapecoense de Brasil para jugar el partido más importante de su historia se estrelló en una zona montañosa del noroeste de Colombia y 71 de sus 77 ocupantes murieron, en el accidente aéreo más grave en el país andino desde hace más de dos décadas.

En un principio se dijo que viajaban 81 personas y se dijo que habría 75 fallecidos, aunque luego se revisó la cifra.

"Las operaciones de Búsqueda y Rescate dejaron 71 víctimas recuperadas y 6 sobrevivientes atendidos en centros asistenciales, para un total de 77 personas. Lo que significa que con estas cifras los organismos de socorro terminan la fase de recuperación", dijo en un comunicado la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres de Colombia.

La información se corroboró cotejando los listados de embarque de los pasajeros en Brasil, en Bolivia y en Colombia dando como resultado que solamente abordaron el vuelo 68 pasajeros de origen brasileño y 9 tripulantes de origen boliviano.

Las cuatro personas que no iban en la aeronave, y que en pirncipio se creyó que sí, son: Luciano Buligon, alcalde de Chapecó, la ciudad sede del equipo Chepecoense; Plinio Nes Filho, dirigente del Chapecoense; Gelson Merisio, diputado de Santa Catarina e Iván Carlos Agnoletto, periodista.

Más temprano, Aeronáutica Civil había indicado que los seis sobrevivientes son los futbolistas Alan Ruschel, Jakson Follmann y Hélio Neto, así como el periodista Rafael Valmorbida y los tripulantes Ximena Suárez y Erwin Tumiri, quienes fueron llevados a tres clínicas próximas a Medellín.

Uno de los arqueros del equipo brasileño, Marcos Danilo Padilha, que había sido rescatado inicialmente con vida, murió en el traslado a un centro asistencial, indicó.

Ésta es la peor tragedia para el fútbol brasileño y destruyó el sueño de un equipo que se volvió un ejemplo de éxito en Brasil y que aspiraba a dar el primer paso el miércoles en la ciudad de Medellín para ganar la final de la Copa Sudamericana frente al Atlético Nacional de Colombia.

"Una aeronave procedente de Bolivia de la empresa Lamia con matrícula LMI 2933 RJ 80 se accidentó en el cerro El Gordo, en cercanías al municipio de la Unión, Antioquia, con 72 pasajeros y 9 tripulantes a bordo, los cuales pertenecen al equipo Chapecoense de Brasil", precisó un comunicado del organismo rector de la aviación civil en Colombia.

El fuselaje blanco quedó esparcido en una ladera de una montaña, en medio de una zona boscosa que estaba siendo vigilada por efectivos de la policía mientras socorristas y bomberos removían los restos retorcidos del avión para rescatar a las víctimas, según un fotógrafo de Reuters en el lugar.

El director de la Aeronáutica Civil, Alfredo Bocanegra, reveló que la tripulación reportó fallas eléctricas antes del accidente.

"No existe evidencia de combustible en la aeronave", sostuvo el funcionario al referirse a una hipótesis según la cual el avión estaba sin gasolina en la aproximación a la pista.

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UN SUEÑO INTERRUMPIDO

El pequeño club de la ciudad de Chapeco debía disputar el primer partido de la final después de eliminar en la Sudamericana a equipos con historia y trayectoria internacional como Independiente y San Lorenzo de Argentina.

"Vivíamos en armonía y alegría muy grandes. Antes de embarcar, ellos decían que iban en busca de volver ese sueño realidad. Y el sueño acabó esta madrugada", dijo el presidente del Consejo Deliberativo del Chapecoense, Plinio Davis de Nes Filho.

Entre los fallecidos figuran una veintena de periodistas de emisoras de radio, canales de televisión y otros medios de comunicación que viajaban para la cobertura del partido.

El avión, de la empresa Lamia Corporation SRL, especializada en vuelos chárter, procedía del aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, y debió llegar en el terminal José María Córdova que sirve a la ciudad de Medellín, pero fue reportado como desparecido antes de aterrizar.

En la zona en donde se estrelló el avión se registraban lluvias y escasa visibilidad, lo que obligó a suspender momentáneamente las labores de rescate durante la madrugada. El avión se estrelló a unos 17 kilómetros de la pista en la que se disponía a aterrizar.

La oscuridad de la noche y las malas condiciones climatológicas también impidieron la operación de helicópteros militares y civiles para apoyar las labores de rescate.

La Confederación Sudamericana de Fútbol suspendió hasta nueva orden todas las actividades competitivas y lamentó el accidente.

Por su parte, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dijo en un comunicado que "éste es un día muy, muy triste para el fútbol. En este momento difícil pensamos en las víctimas, sus familias y amigos".

"FIFA hace llegar sus más sentidas condolencias a los seguidores de Chapecoense, la comunidad futbolística y las organizaciones de prensa en Brasil", añadió el titular del organismo rector del fútbol mundial.

Atlético Nacional, el rival del club brasileño, también lamentó el accidente en un mensaje por su cuenta de Twitter, y pidió al máximo organismo rector del fútbol regional entregar el título de la Copa Sudamericana a Chapecoense como un homenaje póstumo.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, expresó sus sentimientos de pesar por la tragedia, mientras que su homólogo brasileño Michel Temer decretó tres días de duelo y el mundo del fútbol lamentó la tragedia que enluta a deportistas y aficionados.

Esta es la peor tragedia aérea de Colombia en la historia reciente, luego de que en diciembre de 1995 más de 160 ocupantes de un avión de la aerolínea American Airlines murieron al estrellarse en una zona montañosa cercana a la ciudad de Cali, en el suroeste del país.

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EQUIPO HUMILDE

Docenas de rescatistas que trabajaban en la zona del siniestro se animaron al principio de la noche tras hallar a tres pasajeros con vida entre los escombros.

Pero a medida que pasaban las horas, las fuertes lluvias y la escasa visibilidad dejaba helicópteros en tierra y complicaban los esfuerzos para llegar a la zona, el ambiente se enfrió hasta el punto de que las autoridades suspendieron los trabajos hasta el amanecer, reconociendo que se trata ya solo de una operación para recuperar cuerpos.

La televisora local emitió imágenes de ambulancias que trasladaron a tres hombres a un hospital en camillas, cubiertos con mantas y con un gotero intravenoso.

La radio local dijo que el mismo avión trasladó a la selección de Argentina a Brasil para un juego antes este mes y previamente llevó a la de Venezuela.

British Aerospace, que ahora opera con el nombre BAE Systems, dijo que el primer 146 despegó en 1981. Según la empresa, hasta noviembre de 2013 se construyeron menos de 400 ejemplares -incluyendo su predecesor Avro RJ- en Gran Bretaña. Alrededor de 220 siguen activos con diversas funciones, incluyendo lucha contra incendios y servicios nocturnos de transporte de mercancías, agregó.

Alfredo Bocanegra, jefe de la agencia de aviación civil de Colombia, explicó que los reportes iniciales sugieren que el avión sufría problemas eléctricos, aunque los investigadores tendrán que estudiar el testimonio de uno de los sobrevivientes que dijo que se quedaron sin combustible a unos cinco minutos de aterrizar en el aeropuerto José María Córdova, en las afueras de Medellín.

La aerolínea LaMia tenía su sede en la ciudad venezolana de Mérida hasta que se trasladó a Santa Cruz, agregó el vocero explicando que en el pasado la empresa trasladó a varios equipos bolivianos y al Atlético Nacional de Medellín a partidos en toda Sudamérica.

Autoridades de aviación brasileñas dijeron que negaron la petición de LaMia para realizar el vuelo chárter directamente desde Sao Paulo, alegando que sólo una empresa brasileña o colombiana tiene permiso para realizar esa ruta.

Un video publicado en la página de Facebook del Chapecoense mostraba al equipo preparándose para tomar el vuelo el lunes en el aeropuerto internacional Guarulhos de Sao Paulo.

El club de la pequeña ciudad brasileña de Chapeco ascendió a la primera división del futbol brasileño en 2014 por primera vez desde la década de 1970.

La semana pasada se clasificó para la final de la Copa Sudamericana -el equivalente a la Liga Europa de la UEFA- tras derrotar en el camino a San Lorenzo y a Independiente, ambos argentinos, y a Junior de Barranquilla de Colombia.

El equipo es tan humilde que su estadio, con capacidad para 22 mil personas, fue descartado por los organizadores del torneo por ser demasiado pequeño para la final, que se trasladó a 480 kilómetros al norte a la ciudad de Curitiba.

"Esto es increíble, estoy caminando sobre el pasto del estadio y siento que estoy flotando", dijo Andrei Copetti, vocero del equipo, a The Associated Press. "Nadie entiende cómo una historia que eran tan increíble pudo sufrir un revés tan devastador. Para mucha gente aquí todavía no es una realidad".

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