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Escándalos sexuales juegan en contra de la NFL

Pese a su estrategia por atraer a más audiencia femenina, la cual incluye campañas contra el cáncer de mama y campamentos para niñas, ésta se ve opacada por las recientes denuncias de acoso sexual por parte de exjugadores y comentaristas.

Durante años, la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés) ha tratado de vender más entradas, pretzels y prendas de vestir a las fanáticas. Pero las acusaciones sobre los emisarios de la liga y su comportamiento hacia las mujeres siguen interponiéndose en el camino.

Esta semana, NFL Network, televisora propiedad de la liga, anunció que suspendería a Marshall Faulk, Ike Taylor y Heath Evans, exjugadores que se convirtieron en comentaristas televisivos, mientras los funcionarios de la compañía investigan las acusaciones de acoso sexual que presentó contra ellos y otros una excolega. (Los agentes de Faulk, Taylor y Evans no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios).

En una demanda presentada en la Corte Superior de Los Angeles, Jami Cantor, exestilista de vestuario de la NFL Network, alegó que la acosaban constantemente en el trabajo. Entre otras cosas, afirmó que Faulk manoseó sus senos, que Taylor le envió un video en que se masturbaba en la ducha y que Evans le hizo propuestas lascivas en múltiples ocasiones. También describió el acoso de Eric Weinberger, quien entonces era el productor ejecutivo de la red.

Nada de esto parece que mejore la afinidad de las mujeres con la liga y sus jugadores. "Con la NFL a menudo parece que se da un paso adelante y tres para atrás", dice Laura Ries, experta en posicionamiento de marca en Atlanta. (Un portavoz de la NFL no respondió a una solicitud de entrevista).

Las acusaciones golpean a la liga en una de sus mayores vulnerabilidades. Las mujeres representan casi la mitad de la actual base de clientes de la NFL y las madres tienen una gran influencia sobre si sus hijos pueden jugar este deporte. El comisionado Roger Goodell ha luchado durante años para pulir el atractivo de la liga para las fanáticas.

La campaña de concientización del cáncer de mama se ha convertido en la causa benéfica más visible de la NFL. La liga ha promovido los deportes juveniles para niñas, ha lanzado campañas de divulgación en revistas como Marie Claire y ha convertido a CoverGirl en el "patrocinador oficial de belleza de la NFL".

En 2016, comenzó a celebrar una cumbre anual de mujeres durante la semana de los eventos previos al Super Bowl. El primer ciclo contó con un discurso inaugural de la exsecretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice. Jane Skinner Goodell, la esposa del comisionado, ayudó con la gran promoción previa a la cumbre.

"Si lo piensas bien, el 45 por ciento de la base de fanáticos de la NFL son mujeres, eso está creciendo, así que tiene sentido para mí", dijo Jane Goodell a USA Today en ese momento. "Es una oportunidad para que la liga escuche lo que sus fanáticos quieren, para concentrarse más en las mujeres".

Sin embargo, las acusaciones de acoso sexual en NFL Network recuerdan a las fanáticas los problemas que tienen la liga con el sexismo, los que han sido motivo regular de preocupación al menos desde el infame acoso de Lisa Olson, periodista deportiva del Boston Herald, en el vestuario de los Patriotas de Nueva Inglaterra en 1990.

Desde entonces, la liga ha superado un escándalo de alto perfil tras otro. Las recientes acusaciones apuntan a Greg Hardy, Ben Rothlisberger y Brett Farve. En septiembre de 2014, TMZ lanzó un video del corredor de los Cuervos de Baltimore Ray Rice golpeando a su entonces prometida.

La NFL ya había suspendido a Rice por dos partidos a raíz del incidente, un castigo que Goodell más tarde admitió que era demasiado poco. La Organización Nacional por las Mujeres instó a Goodell a renunciar y 16 senadoras estadounidenses enviaron una carta a la NFL, cuestionando las políticas de la liga con respecto a la violencia contra las mujeres.

En respuesta, Goodell anunció que la liga abordaría con mayor severidad las acusaciones de violencia intrafamiliar. Esa decisión tampoco ha sido universalmente popular.

En agosto de este año, la NFL suspendió al corredor de los Dallas Cowboys Ezekiel Elliott por seis partidos luego de una investigación sobre acusaciones de violencia intrafamiliar. Elliott las negó y el dueño de los Vaqueros Jerry Jones, criticó el castigo, postura que hizo poco por disminuir la imagen de que a algunos dueños de equipos todavía les importa más ganar en la cancha que cualquier posible daño a las mujeres fuera de ella.

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