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Es la sociedad la que mata a los jóvenes: Mouawad

El director y dramaturgo de origen libanés, Wajdi Mouawad, expresó su solidaridad por la etapa de violencia que vive México desde hace varios años, y cuya gota que derramó el vaso fue el caso Ayotzinapa. 

Hay lutos tan grandes que no se pueden completar. El teatro sirve para mitigar ciertos dolores, pero cuando la tragedia es inmensa y el duelo deja de ser individual para convertirse en un sentimiento social, no existe cura. En este sentido, el dramaturgo de origen libanés Wajdi Mouawad, cuya obra aborda la pérdida desde distintas perspectivas, comparte el sentimiento por la violencia en México.

"El 6 de diciembre de 1990 en Quebec, en la escuela politécnica de Montreal, un hombre armado ingresó y mató a 14 mujeres porque las mujeres no deberían tener derecho a la educación superior. Fue un trauma enorme", recuerda durante su primer encuentro con medios mexicanos. "Este año se conmemoran 24 de la matanza y hasta la fecha nos seguimos haciendo preguntas y contando la edad de estas mujeres que ya tendrían 45 años, que seguramente hubieran tenido hijos. Seguimos contando la edad porque no se pudo completar el luto".

En las tres primeras obras de su tetralogía La sangre de las promesas, Mouawad hurga en el pasado de sus padres marcado por la guerra de Líbano. Pero en Cielos, la última, centrada en el "aquí y ahora", el panorama tampoco es alentador: el terrorismo está matando a los hijos. Para el autor de la novela Ánima, que presentará el jueves en la Casa de Francia, no sólo la guerra o el terrorismo los está matando: la misma sociedad es la que aniquila sus sueños.

"En la mitología los héroes tenían 20 años. Me sorprende mucho cuando escucho a los jóvenes decir que no se sienten listos para hacer tal o cual cosa. Es como escuchar la palabra de alguien que fue tragado por una bestia. Cada época inventa la manera de asesinarlos. En la Primera Guerra Mundial murieron millones con una edad promedio de 23 años de edad; hoy es la crisis, el 'no estás listo para vivir', es el 'tienes que seguir preparándote'. Me indigna, es como una estafa económica, política".

Mouawad, quien ha seguido de cerca el caso Ayotzinapa, presenta este fin de semana el monólogo Seuls, en el que dos pinturas de Rembrandt aparecen de manera simbólica: en una está el padre abrazando a su hijo, y en la otra, Abraham está sacrificando a su hijo.

En sus obras, la muerte es una constante. Al final de cuentas, todos estaremos muertos en 90 años, dice, pero hay una pregunta que nos seguiremos haciendo en 500 años: "Al final de Las tres hermanas de Chéjov una de ellas dice: 'llegará un día en que sabremos por qué todo eso, donde sabremos por qué vivimos, por qué sufrimos'. Creo que es para mí una de las pequeñas cosas que se han escrito sobre el rol del teatro: 'si solamente supiéramos'… porque no sabemos por qué nos amamos o cómo resolver las dolencias".

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