Descendiente del fundador del imperio de Malí, Salif Keita pudo haber sufrido una doble condena social por dejar de lado sus obligaciones como miembro de una familia real y por ser albino. Sin embargo, se mantuvo firme en su decisión de dedicarse a la música -actividad reservada a los griots, sabios que cultivan la narración oral en África- y se ha convertido en una referencia artística del continente negro.
En diversos países africanos ser albino se considera una maldición, pues los órganos de estas personas, sobre todo de niños, son utilizados en ritos de brujería. Esta práctica aumenta en tiempos electorales, por lo que, en agosto pasado, el cantante pidió protección para los albinos en Tanzania, especialmente por el periodo de elecciones. Keita encabeza una campaña mundial a través de su fundación en defensa de los derechos de las personas albinas.
El próximo viernes 16 de octubre, el cantante con más de cuatro décadas de trayectoria actuará en la Alhóndiga de Granaditas como parte del XLIII Festival Internacional Cervantino, en Guanajuato. Fundador de la Rail Band de Bamako, en 1967, ha sido solista desde 1984, cuando cambió su residencia a París. En entrevista, habla sobre el desafío que implica para su linaje ser uno de los artistas más visibles de África.
En su discografía hay títulos como Amen, Ko-Yan, Moffou y La différence, un himno a la tolerancia dedicado a los albinos.
___Artistas africanos que son bien conocidos en Occidente, como usted, han ayudado a trascender estereotipos que mostraban al continente como una aldea...
___¿No decimos que África es la cuna de la humanidad? Eso significa que la cultura y la mente africana están en todos lados. Las personas en América piensan que la cultura y tradición africanas están muy lejos de ellos, pero se equivocan.
___¿Qué significa para usted el concepto de mala suerte, toda vez que está asociado con los albinos?
___Tenemos que dejar de pensar que ser albino es mala suerte; es un regalo, somos diferentes. Puede ser positivo si sabes superar esa situación y transformar la particularidad de tu genética en algo bueno. La Fundación Salif Keita es para ayudar a los niños que tienen esta condición y recibir a sus familias en un espacio en el que los albinos no son juzgados como inútiles.
___En Occidente usted es identificado como un artista pop, ¿cómo describe su música?
___Como música para hacer bailar a la gente.
___¿Es un acto de rebeldía hablar sobre problemas sociales o temas como la tolerancia?
___No creo tener una postura rebelde, sólo digo lo que es necesario. En todo caso, apoyo la tolerancia. La gente merece una segunda oportunidad, una mejor vida.
___¿Cómo se transformó de un músico callejero a una estrella internacional?
___Gracias a Rail Band y a Les Ambassadeurs, las dos bandas a las que pertenecí en Bamako, y a grandes músicos que conocí, como el saxofonista Tidiani Koné, el cantante korist, Mory Kante, y el guitarrista y músico de balafón, Manfila Kante, quien es un gran amigo también. Cuando eres cercano a un gran músico, buscas progresar porque no quieres decepcionarlo.
___¿Qué es lo que más aprecia los idiomas en que canta?
___He grabado más en malinke, uno de los idiomas de África del Oeste que más usamos. Pero no es el idioma el que te ayuda a expresar mejor tus sentimientos, sino la manera de cantar.
___¿Qué presentará en el Cervantino?
___Vengo con siete grandes músicos. Tocamos música acústica, íntima, para que la gente se sienta con ganas de bailar.