After Office

El jazz enciende los ánimos en Polanco

El último día del Festival de Jazz Internacional de Polanco concluyó con un homenaje al compositor estadounidense Dave Brubeck de la Pablo Prieto Band. Pero eso no fue todo, pues la fiesta sincopada comenzó desde las 4 y media de la tarde. 

Con un homenaje a ese pilar llamado Dave Brubeck, a cargo de la Pablo Prieto Band, concluyó anoche la quinta edición del Festival de Jazz Internacional de Polanco

Eran casi las 10 de la noche cuando los aproximadamente los 5 mil asistentes abandonaron el Teatro Ángela Peralta, contagiados de propuestas realmente innovadoras y de mucha calidad. Un total de 11 bandas –nacionales y extranjeras– participaron en esta fiesta sincopada que, aunque muchos no lo crean, comenzó como un proyecto poco serio del músico y productor Eddie Schwartz.

El festival comenzó desde las 4 y media de la tarde, con la actuación del guitarrista y compositor brasileño Arnaldo Freire. El sol caía a plomo. Se sentían unos 28 grados centígrados. Algunos llevaban sombrillas; otros se refrescaban con soda y café frío que se repartió gratuitamente. 

El tiempo pasaba y la temperatura disminuía paulatinamente. Llegaba más y más gente. Alrededor de las 5 de la tarde, el recinto lucía casi lleno. Tocaba ya la Orquesta Nacional de Jazz de México, que interpretó temas propios por casi 45 minutos. Los trombones, la batería y el contrabajo formaron una sólida cama sonora que hacía vibrar el piso de concreto. Los saxofones fueron los más queridos por la gente; también la trompeta de Alan Fajardo. Al final, el director Gerry López agradeció al público e invitó a todos a sumarse a este proyecto que está integrado por 20 instrumentistas y cinco compositores, todos ellos muy jóvenes. 

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Más tarde arribó al escenario Pilaseca, una banda de funk originaria de San Miguel de Allende. Los ánimos se encendieron desde la primera canción. Paco Rivera hizo gala de su singular voz, con la que jugaba constantemente para lograr timbres y colores poco convencionales. Sus capacidades de beatbox también se hicieron presentes. Y es que en este grupo hay mucho, pero mucho de hip hop. Su presentación no pudo culminar de mejor forma. Decenas de personas se subieron al escenario para bailar y cantar. El festival ya estaba agarrando tono.

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Ya con el sol casi oculto, se presentaron SHO Trío y Los Sonex, ambas agrupaciones mexicanas. Los primeros construyeron una atmósfera de sonidos que, a decir de Octavio Echávarri (conductor de Horizonte FM y presentador del festival), sólo pueden clasificarse en la etiqueta de world music. La voz de Sandra Cuevas era sencillamente espectacular.

Luego, desde Veracruz, salieron Los Sonex con su son jarocho renovado, distinto a lo tradicional. "Órale, qué buena mezcla, pocas veces se escucha algo así, ¿no?", le preguntó un adolescente a su padre que no paraba de fumar.


Lo más esperado llegó alrededor de las 8 y media de la noche. La Pablo Prieto Band saltó al escenario para interpretar temas del compositor de la famosísima canción Take Five. En el piano estaba Alex Mercado, uno de los músicos mexicanos más reconocidos en el mundo.

Los miles de asistentes aplaudieron el cierre por varios minutos. Unos gritaban; otros silbaban. El frenesí era evidente. Los artistas, promotores y organizadores agradecieron. El foro comenzó a vaciarse. El Festival de Jazz Internacional de Polanco había terminado.

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