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El grupo transgresor que sorprendió a Robert Plant

Conoce a La Manta, una agrupación veracruzana que mezcla jazz y son jarocho, y que sorprendió al ex vocalista de Led Zeppelin. No puedes perderte su presentación en el Teatro de la Ciudad a finales de julio. 

En Veracruz, la cuna del son jarocho, hay un grupo que se atreve a rebasar los cánones de la música tradicional. Se llama La Manta y combina jazz con ritmos regionales. Una mezcla que, según Manuel López, uno de sus integrantes, ha generado aplausos y críticas. Pero de entre todas las reacciones, la del ex vocalista de Led Zeppelin, Robert Plant, fue la que más marcó a este grupo originario de Xalapa.

En 2013, semanas antes de su presentación en el Auditorio Nacional, Plant pidió un catálogo de bandas mexicanas. Quería elegir una para que le abriera su concierto. López cuenta que había decenas de propuestas, muchas de ellas de gran calidad; la de La Manta andaba por ahí, escondida, casi de relleno, completando el catálogo.

Ninguno de los cinco miembros del grupo esperó la llamada del compositor británico. Pero un día sonó el teléfono y una voz les anunció lo que hasta hacía unos días era insospechable: La Manta se presentaría ante más de 10 mil personas.

Según López, lo que más llamó la atención a Plant del grupo fue esa "hilvanación" casi natural entre son jarocho y ritmos sincopados. En los últimos años, el cantante británico se ha interesado más en las músicas tradicionales que en el rock.

López señala que el grupo nació en 2009 como producto de "una inquietud casi caprichosa". Conseguir públicos –asegura– ha sido una tarea complicada. Pero las redes sociales lo han facilitado todo. "Antes era necesario estar en el circuito de las grandes disqueras para agendar una presentación. Ahora todo es más sencillo gracias al Internet", comenta.

En México –sostiene el jaranista y percusionista– los grupos de música tradicional siguen llenando foros. Lamenta que no siempre suceda lo mismo con las bandas de fusión, aunque admite que han encontrado una audiencia muy fiel. "Nos hemos presentado en todo tipo de lugares. Desde bares pequeños hasta el Lunario del Auditorio Nacional o el Festival Cumbre Tajín".

Para él, las fusiones son necesarias en la música para que ésta no caiga en la inflexibilidad y el letargo. Afirma que La Manta no pretende suplantar a los músicos regionales. Pero sí señala la necesidad de que existan más fusiones que renueven al género en un contexto más urbano y contemporáneo.

¿Pero de dónde nació la inquietud de maridar sones y jazz? López refiere que cada integrante de la banda proviene de ambientes muy diversos. Algunos tocaban rock y jazz; otros más, sones huastecos y jarochos. El resultado: eclecticismo puro.

"Existen similitudes entre la música tradicional mexicana y el jazz, sobre todo porque ambos son géneros populares que nacieron de una raíz cultural determinada. Pero sobre todo es la improvisación lo que los vuelve tan parecidos", dice López.

La Manta se prepara ya para presentar su segundo álbum, Árbol de la esperanza, el 31 de julio en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Será un concierto en donde el son jarocho, el canto cardenche y el bebop se cruzarán, inexorablemente, en el momento menos esperado.

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