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El ciclismo vive con una mancha indeleble

El ex ciclista alemán, Jens Voigt, revela que el caso de dopaje de Lance Armstrong ha dejado una mancha en ese deporte que aún no se borra y que, incluso, le llegó a afectar a él y a su familia. También habla de las habilidades que ve en sus colegas. 

El simple hecho de preguntarle al ex ciclista alemán Jens Voigt sobre el dopaje de Lance Armstrong hace que su tono de voz relajado cambie a serio. Por unos segundos no responde. Se moja los labios con la lengua en dos ocasiones y, por fin, contesta: "Después de cinco años que se dio el veredicto final (la suspensión de por vida del estadounidense del cliclismo y el retiro de sus siete títulos del Tour de Francia), es una mancha que aún no se borra del ciclismo".

El alemán, de 46 años, posee el récord de más participaciones en la historia del Tour de Francia con 17, las cuales disputó entre 1998 y 2014. En ese periodo compartió la competencia con el mismo Armstrong (1999-2005 y 2009-2011) y observó el inicio de la carrera de Chris Froome (2007-2014), el ciclista más ganador en lo que va de la década y a quien la Unión Ciclista Internacional (UCI) le pidió que justificara un positivo por salbutamol, medicamento que se usa para el asma y que, según dijo el británico, utilizó para controlar la enfermedad que padece, lo cual notificó al organismo.

___¿Cómo vivió la investigación del doping de Armstrong?
___Fue una época dura. La mancha del doping fue muy complicada para el resto de los ciclistas, no sólo para Lance o su equipo (US Postal). Familiares, amigos y conocidos me preguntaron si estaba involucrado. Por supuesto que no. Recuerdo que un día mi esposa llevó a mis hijos al colegio y el director le preguntó si me había dopado. Ella enfureció y dijo que no. Volvió a insistir. Lo ignoró y se limitó a dejar a los niños. Fue una situación dolorosa e incómoda para todos. Hoy me doy cuenta de que tomé una buena decisión cuando no firmé con el US Postal.

___¿Cómo surgió la propuesta y por qué no firmó?
___El mismo Armstrong me hizo la invitación en dos ocasiones. La idea era que fuera su gregario. No recuerdo exactamente los años, pero fue antes de que él regresara a competir en 2009. Me negué porque no tenía un buen presentimiento. En ambas ocasiones le dije: "Eres un gran ciclista, me agradas, pero no me sentiría cómodo en el equipo. Lo siento". Rechazar la oferta me impidió ser millonario, una estrella. En aquella época firmar con el US Postal era sinónimo de competir con el equipo más poderoso y famoso del mundo.

___¿Cómo era Lance Armstrong?
___Tenía dos tipos de personalidad: la del Tour de Francia y la del resto de las competencias. En la primera era monosilábica, su mirada estaba siempre al frente y era obsesivo con el triunfo. Sabía que únicamente le pagaban para ganar esa competencia, pero cuando no corría en el Tour era una persona radicalmente diferente. Era abierto para hablar sobre cualquier tema, ya sea de la carrera o personal. Le gustaba platicar con los ciclistas que tenían hijos, sentía curiosidad por cómo combinaban las competencias con la vida familiar.

Voigt considera que el éxito actual de Chris Froome se debe a tres factores: su capacidad atlética, la inteligencia para elegir el momento en el que puede rebasar y el respaldo de Sky, equipo al que pertenece desde 2010. Si el británico libra una sanción por dopaje, el próximo año participará en el Giro de Italia (4-28 de mayo) y el Tour de Francia (7-29 de julio).

___¿Qué posibilidades tiene de ganar ambas carreras?
___Remotas. Por principio, es difícil ganar el Giro de Italia. Te enfrentas a todas las condiciones climáticas posibles: nieve, viento, lluvia y calor. Algunas etapas tienen mucha altitud. Froome sólo la corrió dos veces en su vida (2009 y 2010) y desconoce el circuito. Cuando completas la carrera, llegas fundido físicamente al Tour, porque sólo existe un mes entre ambas carreras, que se dividen para recuperarte y entrenar. El ejemplo de ello fue Nairo Quintana en la edición pasada. Terminó segundo en el Giro y duodécimo en el Tour. El último que logró el doblete fue Marco Pantani en 1998. Entonces el ciclismo era muy diferente al de hoy.

___¿En qué cambió?
___Se convirtió en un deporte global. Cuando inicié en el ciclismo (1997) mi equipo contaba con 26 personas: 18 ciclistas y ocho de personal, que se dividían entre asistentes, directivos y médicos; mientras que al Tour de Francia sólo llevábamos 15 personas, entre ellos ocho corredores. Mi último equipo (Trek Factory Racing) estuvo conformado por 55 miembros: 23 ciclistas y el resto de asistentes, médicos y directivos. Se ha ampliado en muchos aspectos. Antes no llevábamos encargado de prensa, hoy es imprescindible. La disciplina creció, pero ahora los corredores padecen de estrés porque todas las carreras se disputan alicientes deportivos o de patrocinadores. Antes te podías dar el lujo de bajar el ritmo, en la actualidad es imposible. Hay más dinero, glamur, todo el mundo te ve, pero es menos divertido. El estrés produce que no disfrutes de las carreras.

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