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Eduardo Galeano, un espejo latinoamericano

Si hubo un escritor interesado en la sociedad latinoamericana, ése fue Eduardo Galeano. Su obra más célebre, "Las venas abiertas de América Latina (1971)", fue un tomo que ayudó a comprender el estado de desamparo y pobreza que sufría el continente en aquellos años.

Si hubo un escritor interesado en la sociedad latinoamericana, ése fue Eduardo Galeano. Su obra más célebre, Las venas abiertas de América Latina (1971), fue un tomo que ayudó a comprender el estado de desamparo y pobreza que sufría el continente en aquellos años.

Desde Argentina hasta México, ese libro fue estandarte de una juventud ávida de crítica al imperialismo norteamericano que, en buena medida, favoreció la instauración de dictaduras militares en toda Latinoamérica.

La trayectoria del uruguayo nacido en Montevideo, el 3 de septiembre de 1940, alzó el vuelo a mediados de los años setenta, cuando su ensayo Las venas abiertas de América Latina fue prohibido en Chile, Uruguay y Argentina. "Antes de la censura, mi libro no lo leía ni mi familia. Pero es natural, cuando algo se prohíbe, se propaga después de forma natural", declaró Galeano hace un par de años a la televisión cubana.

Galeano fue preso político en Uruguay. Sólo fue encerrado algunos meses. Después se fue a Argentina, donde se dedicó al periodismo cultural. Luego, en 1976, harto de la persecución y el hostigamiento del gobierno, se exilió en España, donde escribió la trilogía de ensayos históricos Memoria del fuego, entre 1982 y 1986. "A la dictadura militar le debo esa obra, que son más de mil historias y me llevó 10 años de trabajo", aseguró el autor.

Desde muy joven mostró una ideología de izquierda. En los 60 colaboró en el semanario Marcha, donde también escribían Mario Bendetti y Mario Vargas Llosa. Conoció al Che Guevara en La Habana. Éste le dio un texto titulado El socialismo y el hombre en Cuba, que tiempo después fue publicado y se convirtió en piedra angular del régimen cubano.

Su visión izquierdista no fue bien vista siempre. Se ganó críticas, sobre todo por sólo ofrecer una parte de la historia. No todo en América Latina es imperialismo estadounidense, existen más ángulos, más aristas, dicen sus detractores.

Su opinión sobre el Che era más que positiva: "El Che es un impaciente, un hombre de esperanza y por eso es un profeta, una especie de Isaías de América Latina, un anunciador de otros tiempos. Tal vez habría que decir que nosotros también tendremos la paciencia para esperar al Che, el regreso del Che. Claro, él resucita en cada uno que cree en lo que él creyó, y resucita en los grandes movimientos populares de liberación en estas tierras que no fueron condenadas por ningún Dios a la desgracia que soportan".

Hace poco, durante la Bienal del Libro y la Lectura de Brasilia 2014, Galeano aceptó que cuando escribió Las venas abiertas de América Latina "no tenía los suficientes conocimientos de economía ni de política", y aseguró que si lo volviera a leer, seguramente se desmayaría.

La pertinencia de la obra también fue puesta en vilo cuando, en 2009, en la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) el presidente venezolano Hugo Chávez regaló un ejemplar a su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama. ¿Cómo un dictador se enarbola con un libro que, en su momento, fue concebido para criticar el totalitarismo?, se preguntaron entonces escritores, periodistas, políticos, economistas y sociólogos de todo el mundo.

Hoy falleció Eduardo Galeano a los 74 años. Seguramente pudo ver, hace tres días, el apretón de manos entre Barack Obama y Raúl Castro. No hay duda, se fue en un año histórico, y el mundo ya no podrá conocer su opinión.

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