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Diseño mexicano, a la conquista de Asia

El diseñador mexicano Gregorio Sánchez, quien ha vestido a grandes celebridades, planea llevar sus propuestas a Asia. "Ojalá me toque presentar en el Palacio Imperial. Es un sueño", comenta el artista.

Cuando Gregorio Sánchez le ayudaba a su hermana con su tarea y dibujaba los patrones para su clase de corte y confección, nunca imaginó que él se convertiría en diseñador de modas. A finales de mayo llevará su alta costura a las pasarelas chinas, durante la semana de la moda en ese país.

"Ojalá me toque presentar en el Palacio Imperial. Es un sueño", comenta. Ese es el primer paso para expandir su mercado al continente asiático. Después vendrán Japón y Malasia.

"Por el momento colocaremos nuestra propuesta en 20 puntos de venta en China. Es un mercado amplio y ello podría llevar mi marca a la globalización, eso esperamos", señala.

Con fusiones poco convencionales emprenderá la conquista. Lanas españolas se combinan con pieles corrugadas y tejidos artesanales de origen mazahua. Encajes franceses y pelaje del yak tibetano con estoperoles.

"La mezcla de texturas es lo mío. Es parte de la esencia de mis creaciones. Apostamos por una versión urban chic, además de vestidos de coctel y fiesta, llevamos gabardinas y overoles. Es una colección citadina y sofisticada", afirma.

Sánchez tiene dos boutiques, una en Beverly Hills y otra en la Ciudad de México. Para planear la conquista de otros mercados prefirió instalarse en la capital del país, que se ha convertido en su centro de operaciones. Ya tiene un taller, en el que se arman otro tipo de piezas como bolsas y cinturones. Además, comenta que hubo otro factor para que decidiera cambiar de residencia: "los chinos no quieren nada que vaya de Estados Unidos".

El Rodeo Drive atiende a Jennifer López y Ariana Grande. En Polanco, a quienes están dispuestas a invertir más de 4 mil dólares en una prenda. Parte de sus colecciones las ha adecuado al bolsillo de las mexicanas; entre las prendas más costosas hay vestidos de 40 mil pesos.

Sobre la seducción que ejerce el mercado de lujo para los connacionales, Gregorio afirma que hay personas dispuesta a pagar 10 o 15 mil dólares por un vestido y que se debe ofrecer la mejor calidad en acabados porque se trata de competir contra los mejores del mundo.

"Los modistos mexicanos no han destacado a nivel internacional porque no son tan competitivos. Para igualar a Dior o Chanel hay que hacer prendas perfectas, y aquí son caras, pero no perfectas", añade.

Gregorio recuerda que la atención a los detalles la aprendió del californiano James Galanos, diseñador de cabecera de Diana Ross y de la ex primera dama y actriz Nancy Reagan. Sánchez llegó al taller de Galanos cuando tenía 25 años; ahí se formó. Él era quien trasladaba al papel las ideas del creativo.

"Me decía que lo primero que se tenía que hacer con un vestido era revisarlo por atrás y ver cómo está armado. Ahí está la magia", recuerda.

Galanos declaró a The New York Times en 1981 que en la moda la hechura es todo.

"Si ves un vestido por dentro, la hechura debe ser tan limpia como un silbido, eso es calidad. La calidad es más importante que cualquier estilo innovador", señala.

Con esa calidad es con la que Sánchez espera domar al gigante asiático. Por cierto, también contempla llevar, a su hermana a la que le ayudaba con la tarea.

FASHION & ART
En la edición 2017 del festival de moda presentará su más reciente colección otoño-invierno. Se darán cita diseñadores de Milán, París, Los Ángeles y México. El 4 de mayo, casas de moda como Flavia La Rocca, Yezael y Muusa Luxury desfilarán en el Corona Forum a partir de las 20:00 horas. Los boletos oscilan entre 597 y 1,295 pesos.

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