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Devuelven whisky centenario a la Antártida



AP
 
Base Scott, Antártida.- Tres botellas de un whisky escocés del siglo XIX halladas en una cabaña abandonada del explorador antártico Ernest Shackelton fueron devueltas el sábado al continente polar después que un destilador las envió a Escocia para recrear la receta que se había perdido.
 
Pero ni siquiera el primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, quien devolvió personalmente la carga, probó el contenido de las botellas del whisky Mackinlay, que fueron redescubiertas 102 años después que el explorador se vio obligado a abandonarlas.
 
"Pienso que todos estamos tentados a abrirlas y tomar un traguito", bromeó Key en una ceremonia en que se entregaron las botellas a funcionarios del Fondo del Acervo Antártico en la base antártica neocelandesa en la isla Ross.
 
El whisky será despachado en marzo desde la isla Ross hasta la cabaña desierta de Shackelton en Cabo Royds y colocadas debajo de la cabaña restaurada como parte de un programa para proteger el legado de la llamada era heroica de la exploración antártica de 1898 a 1915.
 
El whisky Mackinlay, embotellado en 1898 cuando ya había sido añejado 15 años, estaba en tres cajas junto con otras dos de brandy enterradas debajo de la cabaña rústica que el explorador había usado durante su excursión de 1907 a la Antártida. La expedición no logró llegar al polo sur pero en ese tiempo estableció el récord de haber llegado hasta la latitud más meridional.
 
Las botellas congeladas fueron descubiertas por conservacionistas en 2010. Pero el líquido estaba intacto. La temperatura antártica de 30 grados centígrados bajo cero (22 F bajo cero) no fue suficiente para congelar el licor.
 
Las botellas quedaron cerradas pero su contenido sirvió para revivir la receta.
 
El destilador Whyte & Mackay, ahora propietario de la marca Mackinlay, contrató un vuelo privado para llevar las botellas desde la base antártica en la ciudad neocelandesa de Christchurch hasta Escocia y analizar el contenido. La receta de ese whisky se había perdido. Pero White & Mackay recreó una edición limitada de 50,000 botellas a partir de una muestra obtenida con una jeringa que atravesó el corcho de una de las botellas. El Fondo Antártico recibe 5 libras por cada botella vendida.
 
Las botellas fueron devueltas el viernes a la Antártida en un avión de transporte de la fuerza aérea estadounidense.
 

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