Detalles de lujo, precisión y feminidad

CHANEL

La dama de las camelias de Alejandro Dumas fue la razón por la que Coco Chanel eligió esa flor como su favorita. A los 13 años asistió a una representación teatral protagonizada por Sarah Bernhardt, en la descubrió. Su embrujo fue inmediato. Después, la admiró en las solapas de los dandies, entre ellos el escritor francés Marcel Proust. Era el París de 1923.

Desde sus primeras creaciones esa flor tuvo un lugar protagónico: apareció en su cinturón y en los primeros vestidos que diseñó. 97 años después, la camelia es la inspiración del reloj más sofisticado de la marca, con el que celebra 30 años de fabricar Se llama Premiére Camelia Skeleton. Es de oro blanco y su caratula está coronada por diamantes.

Se puede sumergir hasta 30 metros bajo el agua. Tiene un precio en el
mercado mexicano de 2 millones 834 mil pesos.

CHOPARD

De la colección Happy Sport, inspirada en el tránsito de las estaciones, el Happy Snowflakes rinde homenaje al invierno, a los copos de nieve que representa con diamantes y nácar en una pieza de alta relojería. Las máquinas suizas se caracterizan por la exactitud de la marcha y este modelo no es la excepción.

Su producción está limitada a 25 piezas. El bisel centellea con la luz, a cada movimiento corresponde un resplandor. La esfera está cortada en nácar y cada una de las piedras fue incrustada manualmente.

Pese a que es un ejemplar de corte sport con pulsera en piel de cocodrilo, es fiel representante de la elegancia invernal. Sólo está disponible en las boutiques de la firma.

AUDEMARS PIGUET

Alejados de la convencionalidad y diseñados como una obra de arte, los relojes de la firma, asegura su historiador Michael Friedman, "son joyas para la posteridad. No importa cuántos años pasen, siempre incrementarán su valor".

Cada uno de los diseños responde a la modernidad de la época en la que fue hecho, pero hay modelos icónicos que merecen un regreso triunfal, como el más reciente Royal Oak, creado para caballeros en 1972.

La primera en hacer una versión femenina fue la diseñadora Jacqueline Dimier hace 41 años, hecho que retomó la creadora florentina de joyas Carolina Bucci, quien logra una recreación singular en la que se golpea el oro para que destelle como si fueran diamantes.

Está disponible en oro blanco y rosa. Hay dos opciones de cajas, de 33 y 37 milímetros de diámetro. "Ninguna otra pieza de deseo tiene una maquinaria tan exquisita como los relojes; en la firma se fabrican pocas unidades por modelo, lo que asegura su exclusividad", destaca Friedman.