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Cuarón, Reygadas y Escalantepresentan 'La fórmula secreta'

En el marco del Festival de Cine de Morelia, presentaron este mediometraje original de 1965 y dirigida por Rubén Gámez con texto de Juan Rulfo y narración de Jaime Sabines.

Ganadora del Primer Concurso de Cine Experimental convocado por el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica en 1965, La Fórmula Secreta muestra, dijo Alfonso Cuarón, "al mexicano que no se ve en las pantallas del cine".

Originalmente, esta película llevaba por título Coca Cola en la sangre. En 1965, se filmó como La Fórmula Secreta con texto de Juan Rulfo y narración de Jaime Sabines. Es un mediometraje de Rubén Gámez, un director mexicano poco conocido con quien Alfonso Cuarón sostuvo algunas conversaciones acerca del cine cuando era estudiante.

En el marco del XV Festival Internacional de Cine de Morelia, se exhibió ésta última,con los comentarios de Alfonso Cuarón, Carlos Reygadas y Amat Escalante.

El director de Y tu Mamá También, compartió que Rubén Gámez era un hombre reservado, que esbozaba una sonrisa cuando él le preguntaba sobre los significados, el estilo o la técnica de La Fórmula Secreta. "En lo que sí estaba muy claro, es en que su película es una radiografía del mexicano. No muy glamorosa, halagadora tampoco. Así somos, el mexicano por ejemplo trata de ocultar con términos como clasismo que es tremendamente racista y creo que los terremotos que 
acabamos de sufrir, hicieron más evidente la disparidad social que está conectada con una diferencia étnica".

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Cuarón recordó que vio la cinta de Gámez en sus primeros años en el Centro Universitario de Educación Cinematográfica. "Me abrió los paradigmas de lo que el cine mexicano puede ser. La película se hizo cuando ya habían pasado 20 años de la glorificación del México rural. En los sesenta, unos directores cosmopolitas empezaron a filmar historias de la clase media en la ciudad.

Si se aventuraban al mundo rural, era de una manera francamente paternalista y de pronto sale esta película que es un golpe seco, porque presenta lo que es la verdadera mexicanidad".

Con imágenes diversas, aparentemente sin ninguna conexión, -la plancha del Zócalo, un grupo de campesinos, figuras religiosas, una transfusión que en lugar de sangre lleva Coca Cola, o mal trato
al ganado, amén de la voz de Sabines y música de Stravinski, entre otros-, la cinta es una crítica a la pérdida de identidad y el dominio de las trasnacionales en este país. Un señalamiento de hace más
de medio siglo cuyo discurso no ha cambiado.

"Gámez sólo hizo un largo, Tequila, en 1991; el resto de su carrera fueron mediometrajes. Toda su obra fue experimental y colaboró con Juan Rulfo, que también es un autor con muy poca obra.


Curiosamente y eso es quizá otro de los valores de su filmografía, no dejó escuela. Pero Carlos Reygadas y Amat Escalante, sobre todo por atreverse a mostrar un México que no está presente en las pantallas, siguen de alguna manera el legado de Gámez. Lamentablemente, nada ha cambiado en este país, las dinámicas siguen siendo exactamente las mismas", advirtió Cuarón.

En tanto, Carlos Reygadas se refirió a la forma en su exposición tras el pase de la película. "En Gámez es claro lo que más me apasiona del cine, verlo como un acto, un ente activo en el cual ver, escuchar, generar sentido".

Por su parte, Escalante compartió que hace unos diez años la vio por primera vez. "Cuando estábamos haciendo Batalla en el Cielo, Carlos (Reygadas) me la recomendó. La vi en Youtube y fue impresionante descubrirla de nuevo, esa sensación del cine es única, ver esas caras en pantalla de gente real, es muy emocionante".

Rubén Gámez trabajó con no actores, un distintivo del trabajo de ambos cineastas. "Yo busco la cicatriz", explicó Reygadas respecto a su colaboración con personajes reales. "Eso me libera de que el actor se tiene que saber bien el texto y entonces en automático, se ve más estático en pantalla.

Así la forma y el fondo acaban convirtiéndose en la misma cosa y creo que en el cine se habla poco de forma, del cuadro, del movimiento, del acto de ver, que una película se vuelva como una pintura, porque no hay actuación, el significado se crea por la concatenación de las imágenes y eso es algo hermosísimo en cineastas como Rubén Gámez".

La Fórmula Secreta se exhibió previamente en el Festival de Cine de Lyon, Francia, y seguirá su paso por otros eventos internacionales.

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