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Cuando la identidad trasciende al futbol y obra milagros

La goleada del Athletic de Bilbao en el partido de ida de la Supercopa de España sobre el Barcelona dejó encauzada la final, pero aún falta escribir la última página de esta rivalidad que ha trascendido el plano deportivo.

En el estadio más antiguo del futbol español, San Mamés, un club que desde su inicio decidió ceñir su plantilla a jugadores de su propio territorio consumó una proeza al golear 4-0 al mejor equipo del mundo. La goleada del Athletic de Bilbao en el partido de ida de la Supercopa de España sobre el Barcelona dejó encauzada la final, pero aún falta escribir la última página de esta rivalidad que ha trascendido el plano deportivo.

Representantes de dos regiones futbolísticas, si se entiende así a dos comunidades de España que tienen un fuerte nacionalismo y además defienden una filosofía, los duelos entre el Athletic de Bilbao y el Barcelona son tan especiales como sus marcadas diferencias.

La rivalidad deportiva inició en la temporada 1930-31, cuando el Athletic de Bilbao consumó la mayor goleada de su historia (12-1) sobre el club catalán. Sin embargo, el futuro sería distinto para estos equipos: los vascos serían ampliamente superados por los blaugranas en el número de títulos ganados en el futbol español y en el escenario internacional.

Diferencias que también tienen que ver con sus agendas políticas, que buscan la separación de España por diferentes vías, como bien apunta el politólogo español Pablo Simón: "La diferencia entre los nacionalistas vascos y catalanes es que los vascos quieren abandonar España y los catalanes quieren gobernarla".

El futbol ha reflejado esa batalla. Figuras del Barcelona han mostrado recientemente su apoyo al movimiento separatista. En su página oficial se expone esta identidad que le ha permitido acumular títulos desde la trinchera que le ha permitido sobrevivir a los ataques del gobierno.

"Bajo la divisa 'més que un club' se quiere expresar el compromiso que el FC Barcelona ha mantenido y mantiene con la sociedad más allá de su estricta actividad deportiva. Durante muchos años este compromiso se refería específicamente a la sociedad catalana, que ha vivido durante muchas décadas del siglo XX bajo dictaduras que perseguían su lengua y su cultura", se puede leer en su portal oficial.

Barcelona pudo hacer frente incluso a la dictadura de Francisco Franco. "Al terminar la Guerra Civil, la dictadura del general Franco quiso acabar con la significación social del club. Le castellanizó el nombre e hizo sacar las cuatro barras de la bandera catalana de su escudo".

El club catalán logró sortear crisis económicas y deportivas, tuvo que competir con el Espanyol por las preferencias, pero encontró la fórmula ganadora apostando a su cantera. En La Masia se han formado grandes jugadores que han acaparado trofeos en el siglo XXI.

Athletic de Bilbao fue más allá, sólo juega con jugadores de la región de Euzkadi por una razón muy válida. "El orgullo por lo propio, reflejado en su máxima expresión con su política de cantera, se convierte en un componente de unión por encima de cualquier otro aspecto de discrepancia en la vida diaria y marca la diferencia con cualquier otra filosofía o manera de entender el balompié en todo el mundo", dice su página oficial.

Vascos y catalanes tienen la misma meta política, pero en la cancha son acérrimos rivales. El 4-0 de los vascos sólo fue la primera batalla, los catalanes buscarán mostrar su grandeza en el juego de vuelta que se disputa hoy. Los blaugranas buscan el segundo sextete de su historia y necesitan cinco goles para lograr la hazaña. Y todavía falta un tercer duelo con el que arrancarán la liga de España, el 22 de agosto.

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