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Cosecha para sibaritas

Los vinos de La Rioja han satisfecho hasta los paladares de los reyes de Inglaterra y España. Existen más de mil 200 bodegas en esta región española, pero pocas son las que presumen tener más de un siglo de haberse fundado.

En la zona vitivinícola de la Rioja, España, existen más de mil 200 bodegas, pero pocas son las que presumen tener más de un siglo de haberse fundado.

Una de ellas es Cvne, ubicada desde 1879 en el barrio de la estación del poblado de Haro. Esta empresa mantiene el toque familiar; actualmente es dirigida por la quinta generación.

"Ellos empezaron a hacer el vino blanco Monopole, que si bien no tenemos un documento oficial que diga que fue el primer vino en embotellarse en España, si fue de los primeros. Este vino cumplió 100 años en 2015", platica Daniela Salgado, country manager de Cvne.

En México se conocen más sus vinos de crianza, por ser afrutados, amables y accesibles de precio, pero también cuentan con caldos más exclusivos.

"La línea premium Imperial nace en 1920 para enviarse a los reyes de Inglaterra en un formato especial llamado pinta imperial, que era de medio litro", platica Salgado.

"Algo que lo hace muy especial es que las viñas que utilizamos para este vino son de mas de 50 años, y no se hace todos los años, sólo cuando las añadas son excelentes. Cuando las uvas son buenas, pero no lo suficiente para hacer un Imperial, se utilizan para hacer otros vinos".

El Imperial Gran Reserva 2004 fue reconocido con 100 puntos Wine Spectator, y el Gran Reserva 2008, que actualmente se puede encontrar en tiendas del país, recientemente fue considerado el mejor vino de Rioja en el Spirit Competition (IWSC).

Está elaborado con un ensamble de 85 por ciento Tempranillo, 10 por ciento Graciano y 5 por ciento Mazuelo, y reposa durante 38 meses en barrica de roble.

"La añada salió muy buena, es un vino muy potente, ya tiene ocho años y todavía tiene una capacidad de guarda de ocho años más", agrega.

Daniela Salgado platica que la emblemática bodega cuenta con una impresionante nave diseñada por Gustavo Eiffel, que mantiene la humedad adecuada de guarda. En ese lugar reposa un lote de botellas gran reserva Imperial de todas las ediciones, incluyendo la primera de 1920, para realizar catas verticales y ver cómo ha evolucionado en casi 100 años.

Para la boda real de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, un panel de 50 sommeliers realizó una cara a ciegas para elegir los vinos que se servirían durante la cena. El único tinto fue un Imperial Gran Reserva 1994.

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