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9 cosas que debes evitar para ser un profesional en los bares

Beber un trago en un buen bar es uno de los placeres de la vida. Pero hay maneras correctas e incorrectas de hacerlo. Estas son las normas de Jim Meehan, cofundador de Please Don’t Tell (PDT), sobre lo que no se debe hacer en los bares.

Jim Meehan, cofundador de Please Don't Tell (PDT), el local de Manhattan que cristalizó la tendencia de los bares clandestinos y con eso ganó el premio al Mejor Bar del Mundo, tiene firmes ideas sobre cómo comportarse cuando se pide un coctel. Estas son las normas de Meehan sobre lo que no se debe hacer para ser un profesional en bares.

1. Preguntar al barman qué hay de bueno. En cualquier bar serio, el trabajo del barman es prepararle un trago según sus preferencias, no las de él. La mayoría responderá: "¿Qué le gustaría tomar?" Es tu oportunidad para darle una pista con la que trabajar.

2. Seguir una dieta que no admite productos con azúcar agregada.
Así funcionan las cosas cuando un profesional mezcla una bebida: todo coctel que incluya cítricos o un ingrediente ácido, necesita un endulzante que lo equilibre. Si no quieres azúcar en tu coctel, dile: "Los tragos me gustan bien secos".

3. Reemplazar tu licor favorito. Si prefieres un martini con Beefeater o un Manhattan con Wild Turkey, no tienes más que pedirlo. Pero los cocteles 'de la casa' creados por el personal del bar son otra cuestión. El barman eligió específicamente el gin, el ron, el mezcal, etcétera para su creación. Pedirle que lo reemplace por tu bebida preferida puede arruinar el trago.

4. Devolver tragos medio vacíos.
Tienes todo el derecho a disfrutar de tu coctel de 15 dólares (298 pesos). Si éste presenta alguna falla que arruine tu experiencia, deberías pedir que te lo reemplacen. Pero hay un momento y un modo adecuados de hacerlo: apenas hayas probado el trago, debes hacer contacto visual con el camarero o barman cuando estén cerca, no gritando desde lejos para llamar su atención.

5. Despreciar a quien te atiende. Nada es más humillante para quienes se enorgullecen de su trabajo que suponer que no conocen el producto con el que trabajan. Si tienes una pregunta técnica, primero pregúntale a la persona que te atiende.

6. Dejar una propina de un dólar (19.84) por copa. La propina es una cuestión personal, pero el esfuerzo que requieren los jugos, jarabes, infusiones y la preparación de tu trago de 15 dólares (298 pesos) vale mucho más que la botella de Stella que alguien abrió en su bar local. La mayoría de los clientes dejan una propina del 20 por ciento por los cocteles especiales.

7. Sentir culpa al pedir un coctel.
Si quieres tomar una bebida alcohólica pero no ves nada que te guste en el menú, no te sientas mal al pedir un clásico que no esté en él, como un Negroni o un Daiquiri o un Manhattan. El barman está allí para darte lo que deseas.

8. Quedarse más tiempo de lo debido.
En especial en las ciudades de altos alquileres como Nueva York o Londres, su asiento en un bar o restaurante popular tiene altos costos generales. Los operadores te agradecerán que lo trates de ese modo, lo que tú puedas tardarte comiendo y bebiendo mientras lo ocupas y dejándolo libre 20 minutos después de terminar tu bebida.

9. Ser un tipo molesto. Si te preguntas si has bebido demasiado, probablemente lo hayas hecho. Si percibes que te van a pedir que te retires, evita una pelea que no vas a ganar.

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