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China ya tiene un plan para ganar un Mundial de Futbol

La meta es entrenar a 30 millones de niños en los próximos cuatro años y formar una Selección que para 2050 sea capaz de derrotar a nombres como Brasil, Argentina y Alemania. Es el ambicioso plan del presidente Xi Jinping para extender el poder blando de China en el deporte más popular del mundo.

En la Escuela Primaria Experimental N° 5 de la ciudad de Taiyuan, donde se extrae carbón, pusieron la alfombra roja. Las alumnas de rosa y blanco están de pie en la entrada, y sus compañeros están sentados adentro, en filas perfectas, esperando la llegada de un VIP.

Con el director de educación de la ciudad y otros dignatarios locales en el palco y las cámaras de la TV rondando por el fondo, uno podría esperar a un líder extranjero o a un pez gordo del Partido Comunista, pero el invitado de honor es Tom Byer, de 55 años, un director técnico de futbol de Nueva York.

Byer estaba comenzando una gira por las escuelas de 32 ciudades como parte de un ambicioso plan del presidente Xi Jinping para extender el poder blando de China en el deporte más popular del mundo. La meta es entrenar a 30 millones de niños en los próximos cuatro años y formar una selección que para 2050 sea capaz de derrotar a nombres como Brasil, Argentina y Alemania.

"Xi prometió hacer grande a China", dijo Andrew Nathan, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Columbia en Nueva York. "Los triunfos deportivos no se dan necesariamente rápida ni fácilmente, pero con una población del tamaño de la de China y un Gobierno con este tipo de recursos, es un objetivo que se puede alcanzar más rápidamente que algunas de las metas más grandes. Ganar es ganar: no es complicado y se ve genial por TV".

LARGO CAMINO
El Gobierno apunta a tener más de 70 mil canchas para 2020 y está contratando técnicos del exterior para ayudar a enseñar el juego.

Será un largo camino. China ocupa el puesto 78 del ranking mundial de la FIFA, el órgano regulador del futbol mundial, por detrás de San Cristóbal y Nieves (población: 50.726) y tres puestos delante de Guinea Ecuatorial (1.2 millones). El último otoño boreal, su muy difamada selección no logró derrotar a Hong Kong, la 142° del ranking, en dos ocasiones.

El año pasado, Xi presentó un plan de 50 puntos para reformar el futbol en China con el apoyo de empresas estatales y privadas. Esto desató una avalancha de gastos de los clubes en estrellas extranjeras, desde los 56 millones millones de dólares invertidos en el brasileño Alex Teixeira por el Jiangsu Suning hasta la suma récord de 61 millones de dólares que puso el Shanghai SIPG por Givanildo Vieira de Souza, el atacante brasileño conocido como Hulk.

MADRES ESTRICTAS
Uno de los mayores desafíos de Xi son los padres. China es una nación de madres estrictas con los estudios, no el futbol.

Zhao Tingting, de la ciudad de Jining, en la costa este del país, dice que su hijo de 8 años no tiene tiempo para jugar el deporte. Algunas de sus actividades extracurriculares son caligrafía, piano, inglés y jugar con Lego (para fomentar sus habilidades arquitectónicas).

"Quiero que se concentre en sus estudios", dijo Zhao, de 34 años. "Queda poco espacio para los deportes".

China ya demostró que puede producir ganadores. El país inició un programa para alcanzar la gloria tras los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, cuando se alzó con 15 medallas de oro. Para cuando organizó el evento, en 2008, ganó 51 oros.

"Ellos obtuvieron resultados", dijo Gilberto Silva, parte de la Selección brasileña que goleó a China 4 a 0 camino a ganar el Mundial de 2002. "Pueden hacerlo con el futbol".

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