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Chihuahua, histórica y placentera

Por placer o negocios, Chihuahua ofrece atractivos turísticos y culturales para visitar en una escapada. La imponente belleza de sus cielos ofrece atardeceres llenos de color y viento.

Para disfrutar de Chihuahua sólo hay que abrir los ojos. La imponente belleza de sus cielos ofrece atardeceres llenos de color y viento. La ciudad se ubica en un valle rodeado por la Sierra Norte. Es el estado más grande del país, con amplia actividad agrícola, ganadera, industrial, minera y de manufactura.

Sus paisajes no sólo la han convertido en un destino ideal para el turismo de aventura, también se ha consolidado como polo de desarrollo para los visitantes con actividad empresarial, económica y médica.

Más allá de las bellezas naturales con las que cuenta, este destino y sus alrededores poseen importantes sitios con valor histórico y cultural. Ya sea que su visita sea de placer o negocios, hay actividades que pueden hacer su estancia más placentera, las cuales no le quitarán mucho tiempo.

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CENTRO HISTÓRICO
Por sus calles se vivieron acontecimientos que marcaron periodos históricos como la Independencia, Reforma y Revolución. Por ejemplo, el majestuoso Palacio de Gobierno, edificado en cantera ocre, fue testigo del fusilamiento del cura Miguel Hidalgo y Costilla, quien antes de ser pasado por las armas ofreció dulces a los soldados que le dispararían; ese y otros sucesos fueron reseñados por la pintura de Aarón Piña Mora, en los murales del recinto. En frente se encuentra Casa Chihuahua, museo, cafetería, librería y centro de exposiciones. Aquí se representa a las culturas nativas del desierto chihuahuense y la riqueza de los grupos indígenas localizados en su territorio: rarámuris, pimas, tepehuanes y vorohios. El remodelado Centro Histórico conecta varios edificios importantes, recorrerlos y comprar artesanías son parte de la experiencia antes de llegar a la Catedral, que es muestra del más depurado arte barroco.

GRUTAS DE NOMBRE DE DIOS
Dentro de la tierra hay un universo fascinante que lleva millones de años en formación. Estalactitas y estalactitas son las protagonistas de una aventura que se vive, en su punto más profundo, a 82 metros bajo el nivel de la entrada. En total son 12 cámaras y salones menores que se recorren a pie. En breves trayectos se reta al visitante a ser parte de una experiencia a obscuras, cómoda para algunos, desesperante para otros, porque la sensación de caminar sin luz es todo un reto. Las grutas son parte de una antigua mina de plata y se acondicionaron para recibir visitantes, quienes también pueden practicar rappel en una de las partes del recorrido.

DELICIAS Y CUAUHTÉMOC
Campos agrícolas por doquier. Son primeros productores de chile, algodón, nuez y manzana. Si bien aún no cuentan con un recorrido turístico por los sembradíos, al paso, en la carretera, los viajeros se pueden bajar a tomar fotografías del paisaje. Localizado en Cuauhtémoc, el Museo Menonita da cuenta del arraigo de esa cultura. Llegaron en 1922. Chihuahua es el estado con mayor población de este origen que arribó de Canadá en busca de mejores condiciones de vida. En Cuauhtémoc es común encontrarlos, donde además de dedicarse a actividades principalmente agrícolas, son grandes productores de queso. En el museo se puede conocer más de su estilo de vida austero, sus costumbres y los inventos que desarrollaron para usar en la menor medida de lo posible luz eléctrica.

Y PARA NO OLVIDAR
Como buenos norteños, la carne es uno de sus principales alimentos. La Calesa y Ruiz Señor Gozadera, que cuenta con opciones de vegetales orgánicos, son buenas opciones para comer.

Pruebe el sotol, bebida endémica con más de 800 años de arraigo.
Entre la variedad de dulces típicos que ofrece están: de leche, galletas de pinole y dulce de manzana con chamoy.

Una de las mejores vistas de la ciudad se puede apreciar desde las 204 habitaciones del renovado hotel Sheraton Chihuahua Soberano Hotel, ubicado en lo más alto de una colina.

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