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Cambio de estrategia en el 'nido'

Otrora importador de jugadores, el club América ha apostado en los últimos años por contratar a extranjeros llegados a México con otros clubes, ya probados en la liga nacional.

América afrontará el Apertura 2016 con una plantilla que incluye 11 extranjeros (cinco de ellos naturalizados), la mayor cifra desde que se instauraron los torneos cortos (1996). A diferencia de como hacía en la década de los 70 y 80, el club azulcrema no se encargó de traer a la mayoría al futbol mexicano, ya que ocho han jugado previamente en otro conjunto local.

"A veces hay temor por parte de la directiva de buscar extranjeros de Sudamérica o de otras ligas porque no se conoce al jugador. En cambio, del extranjero de aquí ya se sabe cómo juega y lo que puede rendir. El foráneo, que ha tenido experiencia previa en otro equipo de la Liga MX, se percibe como alguien probado", explica Daniel Brailovsky, exjugador de las Águilas entre 1981 y 1984.

Desde noviembre de 2011, fecha en que Ricardo Peláez tomó la presidencia deportiva del club, 23 extranjeros han formado parte de su plantilla, de los cuales 21 fueron fichados durante su cargo y 13 han pasado por otros equipos mexicanos antes de unirse al de Coapa.

"Siempre me ha parecido errónea (la medida de adquirir extranjeros en la Liga MX), porque la mayoría de los futbolistas que ha comprado no han sido figuras en el América. No traen la ambición o la idea de tener el amor a la camiseta, no han rendido", expresa Antonio Carlos Santos, exjugador del equipo entre 1987 y 1994.

De los 13 futbolistas mencionados, los que más tiempo acumulan en el club son Rubens Sambueza y Osvaldo Martínez, con nueve y ocho torneos con el cuadro azulcrema, respectivamente. Aquivaldo Mosquera, quien ya no pertenece a la institución, fue el que más tiempo logró permanecer con la escuadra, con 10 torneos (cinco años).

"El equipo debería de empezar a buscar fichajes de jóvenes en Sudamérica que apenas empiezan sus carreras. La mayoría de los extranjeros que han venido al club han sido muy maduros. No importa si son de la Liga MX o de Sudamérica, se tendría que apuntar por los jóvenes", añade Santos.

El promedio de edad de los refuerzos extranjeros americanistas es de 27 años y dos meses desde el inicio de la gestión de Peláez. Sólo cuatro fichajes llegaron al equipo con menos de 25 años. Andrés Andrade (24), Darío Benedetto (24), Brian Lozano (22) y Bruno Valdaz (23). De éstos, sólo Valdez, quien fue contratado para este torneo, forma parte del cuadro de Coapa actualmente.

"Siempre he pensado que la mejor edad para jugar al futbol está entre los 26 y 32 años, porque estás en plenitud como futbolista. Si el promedio es 27, entonces estamos pegados a este promedio mínimo. El caso de Brian Lozano es especial, sabíamos que es un muchacho joven con mucho talento, que venía a complementar el cuadro. Lo prestamos a Nacional para seguirlo observando, por eso no lo vendimos", señala Peláez.

DEFIENDE EL MODELO
Ricardo Peláez
explica que la razón por la que se traen jugadores de otros equipos de la Liga MX obedece a que se elimina el riesgo de desconocimiento del futbolista y que el mismo torneo sirve para darle seguimiento.

"Cuando se traen a estos jugadores extranjeros la idea es fortalecer el grupo. No necesariamente se trae a uno para que juegue, sino también para que compita por un puesto en los entrenamientos, y puede ser que en esa misma competencia le gane el puesto al titular. Lo importante es tener un plantel en calidad y cantidad para mantener lo que hemos logrado", comparte el directivo.

FORMAS DIFERENTES
Tanto Brailovsky como Santos coinciden en que cuando ambos ficharon con América, el club los sometió a un proceso de seguimiento. Éste duró entre 25 días y un mes, en el que observaron en varios partidos a ambos futbolistas, hubo pláticas entre la directiva azulcrema y las de Independiente y Mogim Mirim, respectivamente. También se investigó acerca de su comportamiento fuera del terreno de juego y sus procesos fueron gestionados por los expresidentes del equipo, Emilio Diez Barroso y Francisco Panchito Hernández.

"Si estamos en pausa larga, nos vamos dos semanas a tener contacto físico con el jugador o directiva. Los videos e incluso la prensa han acortado mucho estos procesos de seguimiento, además de las charlas que se tienen con compañeros de Selección de los posibles fichajes. Como es el caso de Renato Ibarra, en el que periodistas ecuatorianos me preguntaban por él y se aprovechaba para investigar sus características", finaliza Peláez.

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