After Office

Café Tacvba: la música como democracia

La banda mexicana es la muestra de que un grupo de rock puede ser una empresa redituable sin necesidad de hacer grandes campañas de publicidad, únicamente con su música. El productor Gustavo Santaolalla nunca ha dudado en decir que están musicalmente a nivel de cualquiera banda del mundo.

Café Tacvba es la muestra de que un grupo de rock puede ser una empresa redituable sin necesidad de hacer grandes campañas de publicidad, únicamente con su música.

El productor Gustavo Santaolalla nunca ha dudado en decir que el grupo integrado por Rubén, Quique, Joselo y Meme está musicalmente a nivel de cualquiera banda del mundo. Lo que también se refleja en lo que cobran por concierto: entre un millón y millón y medio de pesos. Lo mismo que Arcade Fire, Phoenix o Weezer.

No se sabe de manera oficial cuánto reciben por presentación -se intentó contactarlos a través de su representante, sin obtener respuesta-, pero es posible darse una idea por el contrato celebrado entre su mánager, Juan de Dios Balbi, de la empresa Entertainmex, y el Festival Cultural Zacatecas 2012. El documento, disponible para su consulta en Transparencia Zacatecas, indica que por su participación en ese encuentro, el grupo cobró un millón 856 mil pesos, más gastos de traslado, hospedaje y alimentos para 16 personas.

También el diario El Clarín informó que la banda fue contratada por 816 mil 833 pesos argentinos (alrededor de un millón 300 mil pesos mexicanos) para participar en los festejos de la Revolución de Mayo de 2013. Hay que tomar en cuenta que de esa cantidad se pagan impuestos, costos de producción, equipo, personal y los servicios de Entertainmex.

El grupo vale lo que cobra y si se ha mantenido como un proyecto redituable, con más de 300 mil copias vendidas de sus seis discos de estudio, y sold out en prácticamente todos sus conciertos, ha sido por su forma democrática y disciplinada de trabajar.

Ernesto Contreras, uno de los directores del documental Seguir Siendo (2010), convivió con los Tacvbos durante tres años para hacer el filme. Los acompañó de gira a Japón y Estados Unidos, y estuvo en las grabaciones del álbum Sino.

"Es sorprendente: llegan al lugar del concierto, hacen pruebas de sonido, tocan, cenan, se bañan, se suben al camión, y a la siguiente ciudad. Lejos del glamour que uno puede imaginar, es una rutina pesada", dice el director. "Son artistas, se dedican a la creación, tienen toda una maquinaria detrás para organizar giras, presentaciones y grabaciones. Lo más fascinante es que no pierden la esencia y nadie decide por ellos; los cuatro hacen juntas privadas donde toman todas las decisiones".

A base de trabajo
Café Tacvba
no es un producto del marketing. Picó mucha piedra cuando inició a finales de los 80, en Satélite, cuando el rock nacional resurgía.

"La primera vez que los vi se me hizo muy raro que no trajeran batería y utilizaran instrumentos acústicos. Recuerdo que le comenté a Julio Sáenz, en aquel tiempo director de Warner Music, que había un grupo increíble que debería ver, a él le interesó porque además ya sabía que Gustavo Santaolalla quería producirlos", recuerda Tony Méndez, dueño de Rockotitlán. Recuerda que llevó al director artístico de Warner, Mauricio Abaroa, a una tocada al LUCC para que los viera, pero se fue antes de que terminaran de tocar. En 1992 la disquera lanzó Café Tacvba, su primer disco, producido por Santaolalla.

"Su imagen, carisma y la característica voz de Rubén Albarrán causó sensación entre las generaciones jóvenes. Rompía con lo que había en esos años, lo que les ayudó a impulsar su carrera de forma comercial", opina el editor de Rolling Stone México, Alejandro Carranco. "Aunque su estilo ya había sido utilizado anteriormente (Los Xochimilcas), ver una banda de rock con un contrabajo, guitarra, jarana y una melódica fue algo nuevo".

Además de presentarse en Siempre en Domingo, En Familia con Chabelo, Ándale! y otros programas de Televisa, el grupo buscó novedosas formas de marketing para distinguirse.

Ya pasaron 25 años desde que Café Tacvba hacía toquines en el Centro Cívico de Satélite para algunos cientos de personas. Ahora llenan el Zócalo con más de 170 mil almas. La clave de este éxito es que "siguen siendo" los de antes y tocan con la misma entrega y compromiso.

Esta noche empieza la primera de siete fechas confirmadas en el Auditorio Nacional como parte de los festejos de los 20 años del disco Re, nombrado por la revista Rolling Stone México, como el mejor disco latino de la historia.

Para el crítico musical David Cortés es un grupo que se ha edificado a base de trabajo. "Es una banda importante por los años que han trabajado con la misma alineación, son muy pocas las que pueden llegar a eso".

También lee: