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Boston celebra en el Fenway Park 95 años después


Redacción
 
Shane Victorino conectó un largo doble en la tercera entrada para comenzar a tejer una tragedia para los Cardenales de San Luis, que esta noche bostoniana no logró encontrar ni la percha ni la gallardía que presumió a lo largo de una Serie Mundial intensa y dramática como pocas.
 
Medias Rojas, con más garbo que pelota, se corona por primera vez en casa en 95 años. El 6-1 de esta noche oculta un accidentado camino al éxito del campeón de la Liga Americana.
 
John Lackey, ganador del partido, lanzó seis entradas y dos tercios, con bola de nueve hits, aceptó una carrera, ponchó a cinco y dio un pasaporte a primera.
 
Con un espectro casi bestial, concretada la victoria en la sexta entrada del juego seis y seis carreras, Medias Rojas logra su tercer título en 10 años.
 
Desde que se impusieron en aquella serie ante Yankees de Nueva York (que perdían 0-3 y al final vencieron con una racha de cuatro victorias seguidas), con la que esfumó "La Maldición de Babe Ruth", Boston se ha convertido en una recurrencia en el Clásico de Otoño.
 
En aquel 2004 arrollaron en cuatro juegos a los mismos Cardenales que esta noche perdieron el rumbo entre Missouri y Massachusetts. Tres años después, con un David Ortiz tan altanero como el de esta campaña, acabaron, también por blanqueada, a los Rockies de Colorado.
 
La derrota de la última noche de beisbol del año se le apunta al abridor Michael Wacha, inestable y autodepresivo casi desde los primeros lanzamientos, cuando aún presumía un digno récord con jugadores en posición de anotar: 2 de 32 habían logrado cruzar el plato en juegos de postemporada. Lanzó tres entradas y dos tercios, recibió cinco hits, seis carreras y dio cuatro bases por bolas (dos de ellas intencionales a David Ortiz, quien pasó tres veces inadvertido con premeditación en la caja de bateo; la otra base, aunque disfrazada, se contó como oficial).
 
Stephen Drew anotó con jonrón solitario en la cuarta. Después, Ellsbury conectó doble, Wacha embasó a Ortiz y Napoli conectó sencillo remolcador de una carrera. Gomes llenó la casa de patirrojos; Victorino volvió a producir otra con sencillo. Ortiz colmó el racimo definitivo.
 
Ortiz, el hombre fuerte del Boston, se convirtió en el Jugador Más Valioso de la Serie, premio que confirma el pundonor y el apremio de un hombre que se montó al equipo campeón hasta el final del duelo. Desde 1918, Medias Rojas no se coronaban en la casa del Monstruo Verde, el histórico Fenway Park.

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