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Baltimore vs. Chicago: un juego con más carreras que fanáticos

Los Orioles derrotaron 8-2 a Medias Blancas pero no hubo nadie que lo festejara. El estadio lució vacío por el toque de queda decretado en la ciudad tras los disturbios suscitados luego del asesinato de un hombre negro a manos de la policía local. 

BALTIMORE.— Mientras los ánimos siguen caldeados en Baltimore después de varios días de disturbios y saqueos, los Orioles jugaron este miércoles el último partido de su serie contra los Medias Blancas de Chicago. Pero éste no fue un espectáculo para los fanáticos, ya que no había ninguno en las gradas del estadio Camden Yards. El marcador final quedó en 8-2 a favor de los locales. 

El partido se adelantó cinco horas, para arrancar a las 19:00 horas de allá, y se disputó a puerta cerrada como medida de seguridad por los saqueos y disturbios que han ocurrido cerca del estadio y en otros sectores de Baltimore desde el lunes, cuando fue el funeral de Freddie Gray, un hombre negro de 25 años que sufrió una lesión fatal de la espina dorsal mientras estaba siendo detenido por la policía.

Las Grandes Ligas suspendieron los dos primeros encuentros de la serie, que se jugarán como parte de una doble cartelera el 28 de mayo, pero dijo que no tenía espacio para reprogramar el tercer partido.

La organización de las mayores suspendió en otras ocasiones partidos por motivos de seguridad: en 1992 por disturbios en Los Ángeles, en 2001 por los ataques terroristas en Nueva York y Washington, e incluso la Serie Mundial de 1989 después del terremoto de San Francisco.

El partido comenzó a las 2:05 p.m., para cumplir con el toque de queda que entra en efecto a las 10 p.m., en un estadio con 4 mil asientos vacíos. Los Orioles sacaron ventaja de 6-0 en el primer inning, pero no había nadie para festejar.

"Tenemos un itinerario, así que tenemos que jugar los partidos", comentó el intermedista de Chicago, Gordon Beckham. "No podemos perdernos los tres partidos y después reponerlos. Entonces no tendremos días libres por el resto del año, así que al menos tenemos que jugar este".

Todos los involucrados en el partido entendían la situación, y sabían que en la lista de prioridades para la ciudad en este momento, el 20° partido de la temporada de los Orioles no figura entre los primeros lugares.

"Esto hace que pongas en perspectiva lo poco importante que es esto comparado con algunas de las cosas que están pasando", dijo el manager de los Orioles, Buck Showalter. "Uno trata de mantener esa mentalidad y de ver la situación de forma realista, de cómo encaja esto en la situación general. Uno prioriza lo que es importante y nosotros tratamos de hacerlo".

Aunque en otros deportes, como el fútbol, no es inusual que se juegue a puerta cerrada por sanciones disciplinarias, para el béisbol se trata de una situación sin precedentes.

El Salón de la Fama del Beisbol y John Thorn, el historiador oficial de Grandes Ligas, no encontraron evidencia de que un partido de Grandes Ligas haya sido jugado sin público.

Desde 1987, el partido con menor asistencia fue 746 fanáticos, cuando los Medias Blancas recibieron a Toronto el 9 de abril de 1997 en Comiskey Park, según STATS. El partido en Nueva York entre los Yanquis y los Medias Blancas, el 22 de septiembre de 1966, tuvo una asistencia oficial de 413.

Thorn dijo que la menor cantidad de público para un partido de Grandes Ligas parece ser seis personas, cuando Worcester recibió a Troy en un encuentro por la Liga Nacional el 28 de septiembre de 1882.

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