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Autódromo, de colores por el GP de México

Tras el sismo del 19 de septiembre, el Autódromo Hermanos Rodríguez, que permanece intacto, se vestirá de fiesta este fin de semana con el Gran Premio de México de la Fórmula Uno.

El sismo que afectó a la Ciudad de México en septiembre mató a más de 200 personas, derribó edificios y minó la confianza de los 20 millones de habitantes de la ciudad.

El majestuoso Autódromo Hermanos Rodríguez, sin embargo, quedó intacto y el Gran Premio de México de la Fórmula Uno se realizará este fin de semana con sus enormes multitudes, papelillos y sombreros tradicionales. Será una oportunidad para la Ciudad de México para demostrar que se está recuperando, aunque lentamente en algunos lugares.

Para el piloto mexicano Sergio Checo Pérez, el evento es una oportunidad para ser embajador del deporte y de su país en un momento de gran necesidad. Pérez estaba en su ciudad natal de Guadalajara cuando ocurrió el terremoto el 19 de septiembre, e inmediatamente donó unos 165 mil dólares a las víctimas.

El mismo autódromo se convirtió en un centro de recopilación de suministros para ayudar a los necesitados tras la tragedia.

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Pérez en el evento se pondrá un casco con el mapa de México y la frase "¡Todo México Unido!"

Se calcula que el Gran Premio atraerá a unos 300 mil espectadores, y podría organizar una enorme fiesta para Lewis Hamilton. El piloto de Mercedes está casi por lograr su cuarto campeonato de la F1. Está apuntando a una décima victoria para esta temporada y necesitaría quedar sólo de quinto o mejor el domingo para ganar el campeonato.

Lo cierto es que Hamilton seguramente no se quedará atrás y peleará por el primer lugar.

"Vine aquí para ganar", dijo Hamilton. "No busco otra cosa que el primer lugar... A veces pienso, ¿cómo me voy a sentir si llego de quinto y gano el campeonato mundial? No me sentiría muy bien, uno quiere estar en el primer peldaño en el podio".

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El británico ha ganado cinco de las seis carrereas pasadas, incluyendo una la semana pasada en el Gran Premio de Estados Unidos en Texas. Su vertiginoso avance en la segunda mitad de la temporada le arrebató la posición a Sebastian Vettel de Ferrari, que tendrá que ganar las últimas tres carreras, o esperar a que le suceda una catástrofe a Mercedes, para poder alcanzarle.

Vettel no se da por vencido. Quedó de segundo en Estados Unidos y planea darle pelea a Hamilton. "Esto no se ha acabado", dijo Vettel. "No depende tanto de nosotros como nos gustaría, pero queremos ganar las tres últimas carreras".

Una victoria y otro campeonato mundial despertaría nuevas conversaciones sobre el legado de Hamilton entre las leyendas del deporte. El primer y único piloto negro de Fórmula Uno se sumaría a Vettel y a Alain Prost con cuatro campeonatos y quedaría sólo detrás de Michael Schumacher (siete) y Juan Manuel Fangio (cinco). Uno de sus competidores desde ya califica a Hamilton como uno de los grandes.

"Lewis es definitivamente uno de los mejores pilotos en la historia de Fórmula Uno", destacó Felipe Massa, Williams. "Definitivamente no es posible ponerlo en otro nivel que el de Michael Schumacher o el de Ayrton Senna. Allí está".

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Hamilton logró su primer título en el 2008 cuando llegó de quinto en la última carrera en Brasil y le arrebató el campeonato a Massa y a Ferrari.

En Ciudad de México también se presentará la oportunidad para que Max Verstappen de Red Bull supere una controversia reciente.

Verstappen y su equipo quedaron enojados la semana pasada cuando se les revocó su tercer lugar debido a una penalidad de cinco segundos, a raíz de un pase ilegal ante Kimi Raikkonen de Ferrari, en la última vuelta. El incidente estropeó un ascenso empinado que venía desde el 16to lugar.

El incidente recordó lo sucedido a Verstappen en México en el 2016 cuando se determinó que pasó Vettel inapropiadamente, y se le retiró del podio.

El evento en Ciudad de México además será la segunda carrera para Brendon Hartley de Nueva Zelanda. Hartley hizo su debut de Fórmula Uno con Toro Rosso la semana pasada y llegó de 13ero. Esta semana estará en reemplazo del ruso Daniil Kvyat, cuyo futuro con el equipo está en duda.

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