Más de 50 obras representativas del arte en Iberoamérica, que integran la muestra El Arte que nos une, son exhibidas en la Sala Ida Rodríguez Prampolini del Recinto Sede del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC); la entrada es gratuita y estará disponible hasta el 31 de enero de 2015.
Son trabajos de los máximos exponentes iberoamericanos como Salvador Dalí, Joan Miró, Botero, Leonora Carrington y Mathias Goeritz. Todas procedentes de colecciones particulares que representan a 15 naciones de Hispanoamérica, así como a escuelas pictóricas, corrientes artísticas y autores de renombre mundial.
La muestra reunida con motivo de la pasada XXIV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, congrega oleos, escultura, arte digital, relieves; obra artística producida desde finales del siglo XIX a nuestros días, de autores como Joaquín Sorolla, Ignacio Zuloaga y Zabaleta, Fernando Botero, Francisco Zúñiga, Carlos Mérida y Agustín Lazo, entre otras propuestas estéticas de los creadores más importantes del siglo XX.
Las obras dan cuenta de la genialidad de los artistas iberoamericanos que hoy se distinguen entre los creadores más importantes del siglo XX, y nos hablan de cómo participaron en los diferentes procesos de construcción de las identidades nacionales, así como del desarrollo de los movimientos estéticos que hoy definen la historia del arte.
El Arte que nos une deja entrever las distintas preocupaciones que aquejaron a los actores del arte en nuestra región y cómo éstos contribuyeron a consolidar los símbolos que devinieron en la producción de identidades nacionales, reforzamiento de ideales políticos y aspiraciones sociales en los diferentes países de la zona. Aun las propuestas más contemporáneas dan cuenta de la consolidación y desarrollo de nuestros pueblos.
La exposición fue posible gracias al trabajo coordinado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el IVEC, a través de la Coordinación Nacional de Artes Visuales y el Museo Nacional de Arte, con el apoyo del Museo Tamayo, el Museo Carrillo Gil y el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam).