Aquí puedes diseñar tu vestido de novia

Cada novia es única y especial. Con esta premisa, Liliana Molina y Mariana Rodríguez se unieron para abrir The Weddress Lab, un novedoso concepto en México que brinda la posibilidad de tener el vestido de boda soñado. De este par de emprendedoras, Liliana es stylist, mientras que Mariana es diseñadora de moda y una experta en comercio internacional, quien además es recién casada.

Cuando Mariana comenzó a buscar su propio vestido de novia se dio cuenta de que su gusto, como el de la mayoría de quienes llegarán al altar, es diverso. Le gustaba el corte superior, por ejemplo, pero algún detalle no la convencía de la caída o el material de la falda. O una de las propuestas de las tiendas convencionales llegaba a ser casi perfecta, pero en otro tono. No existía la posibilidad de tener, al 100 por ciento, un modelo hecho a su medida.

"Mi mamá tiene tiendas de vestidos de novia, crecí con eso, pero cuando me iba a casar me topé con que las boutiques tienen una colección establecida, te ofrecen cambios mínimos, como un tirante, un cinturón, y yo decía qué difícil, porque realmente para todas las mujeres la boda es un sueño, no sabes cuándo ni con quién te vas a casar, pero sí sueñas con el vestido", cuenta Mariana.

El recientemente inaugurado The Weddress Lab se ubica en una casona de la Condesa. Las anfitrionas reciben a las interesadas en un cálido ambiente en el patio, con una taza de café, para hablar largamente sobre las características que buscan para su atuendo ideal. Posteriormente, suben al showroom donde tienen el primer encuentro con sus creaciones. Ahí la novia encontrará, además, propuestas para sus damas, la mamá o la suegra, y accesorios originales, así como asesoría en su arreglo. La experiencia completa.

En este espacio, explica Liliana, tienen diferentes tipos de cortes, para ayudarles a completar lo que tienen en mente. "Puede ser que quieran un vestido strapless, pero en realidad la estructura de su cuerpo no les favorece para ese corte. La idea es que se midan modelos diferentes hasta encontrar exactamente el corte que les queda y sobre ese empezar a aterrizar ideas".

La novia participa en todo el proceso: el diseño, la elección de tela, el color, con otra ventaja pensada por las fundadoras de este servicio, siempre ajustado a su presupuesto. Ellas prometen el vestido soñado, al precio que la novia pueda pagar, en una media de entre cinco mil y 23 mil pesos. La asesoría de stylist es gratuita.

¿Y las damas? "La novia quiere que todo sea perfecto", asegura Liliana, quien cuenta que ya les tocaron dos novias que fueron acompañadas. "Vinieron con todas sus damas y la mamá, a quien también le gusta involucrarse en la elección del vestido de boda de su hija". Y ellas participan igual, en pruebas y elección del corte que más les queda, las telas, el color, con propuestas en tendencia o dando forma a las ideas que cada novia tenga.

"Las posibilidades son infinitas; te pueden decir: 'Sí me encanta esto, pero en otro color, en strapless, en corto'. Es muy difícil que se repita el vestido, sí son vestidos únicos, como las novias", concluye Mariana.

TRES TIPOS DE VESTIDOS