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“Sin historia no hay memoria y tampoco democracia”

Porfirio Muñoz Ledo presenta hoy en el Museo de la Tolerancia sus sentencias políticas. "El país necesita consensos; el panorama es preocupante", asegura el político.

Con más de 50 años en la vida política del País, Porfirio Muñoz Ledo no ha cambiado de pensamiento, se considera un hombre de izquierda, congruente dentro y fuera de la política, a favor del nacionalismo y de la justicia social.

En su nuevo libro, "Memoria de la Palabra. Sentencias Políticas", el político de 80 años de edad dice que "sin historia no hay democracia y sin historia no hay memoria", y es precisamente en su memoria donde radica la importancia de este material editado por Random House.

Lejos de ser una crónica de los acontecimientos políticos de los últimos 15 años en el País, el libro, que se presenta este martes en el Museo Memoria y Tolerancia, está conformado por una serie de frases y pensamientos críticos y reflexivos tomados de sus discursos, artículos y conferencias. No hay frases dichas al aire, todas han sido escritas, porque, explica Muñoz Ledo, muchas de las que le han adjudicado son falsas.

"Memoria de la Palabra" aborda a manera de pequeñas sentencias y definiciones, el neoliberalismo, la globalidad, la frustrada democracia, la soberanía, la educación, la República, los derechos humanos y sociales, y los mandatos de los ex presidentes Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón Hinojosa, entre otros temas.

"No se puede entender lo que ocurre en el país sin conocer su historia, entre más se penetra en la historia antigua y reciente del país mejor se entienden los fenómenos actuales", dice en entrevista el actual comisionado de la Reforma Política del DF.

¿Cuál es la importancia de Memoria de la Palabra en este contexto?

¿Cómo podríamos entender las reformas que se acaban de aprobar, me refiero a la energética principalmente, sin conocer lo que ha pasado en los últimos 25 años en la vida de México?


Con el seguimiento de la conducta de los políticos, puedes ejercer tu voto con plena información, por eso sin memoria no hay democracia, ésa es la verdad.


Dicen que los mexicanos no tenemos memoria…

Tenemos una memoria histórica genérica porque la escuela nos da un conocimiento de la historia del país, más o menos, y el libro de texto gratuito existe y existen los símbolos patrios, por eso ha sido tan controvertida la Reforma Energética, porque el pueblo de México tiene memoria.


La selección de los temas y del material fue del editor. ¿Qué opina del resultado final?


Lo vi bien, es un libro que recomiendo, es pequeño, de pasta dura, puede ser consultado con mayor facilidad, de haber hecho un libro más amplio hubiéramos terminado con una enciclopedia. Hay lagunas desde luego, por ejemplo, pudimos haber rascado en esos retratos de personalidades que aparecen en mis escritos, pero no hubiera cumplido el propósito de ser un libro de fácil consulta.

Se buscó que fuera actual, no revolver una frase de cuando yo era dirigente estudiantil en la época de Ruiz Cortines con una de la época de Calderón. Son tiempos muy distintos.


Usted ha luchado por la pluralidad y la alternancia en el gobierno, y dedica una parte del libro al gobierno de Vicente Fox. ¿Por qué?

Fox desperdició la gran oportunidad que la historia le dio, lo apoyamos porque era la posibilidad de concretar la alternancia en la democracia electoral.

Le propusimos una Reforma del Estado - presidí esa comisión -, prácticamente una nueva constitución para adecuarla a esta realidad que era la del pluralismo, porque la otra constitución había servido al autoritarismo. Él le dio largas y nunca la consumó, aprovechó las instituciones del PRI, le parecieron muy cómodas, y se puso a caminar sobre ellas. No resolvió ni atacó ninguno de los problemas, fue un desperdicio.

Calderón siguió la misma línea, por eso la transición abortó, porque a pesar de existir organismos electorales modernos, el dinero y la corrupción acabaron dándole al traste a las elecciones, hemos tenido dos elecciones electorales que han sido dudosas.

El tema de la democracia también es un punto central en el libro, ¿hacia dónde va?


Tiene que regenerarse. Necesitamos una ley de partidos y reglamentar bien los procedimientos de la democracia directa y participativa; profundizar en la democratización de los medios de comunicación, necesitamos evitar a toda costa el derroche económico electoral que lo hace un fenómeno mediático más que democrático; hay que descentralizar al país comenzando por al autonomía de la Ciudad de México, entre otras tareas.

Desde luego hay que corregir el rumbo económico, necesitamos fomentar la economía interna, México tiene 25 años de no crecer, hemos estado creciendo al dos por ciento, se ha profundizado el desempleo, el salario mínimo se ha desplomado un 80 por ciento en su valor real.


¿Cree que las nuevas reformas ayuden?

No, algunas cosas se salvan, pero están hechas en el mismo sentido que las anteriores. Ésta es la madre de todas las privatizaciones, la de Pemex. México tiene las mayores reservas de petróleo, y tiene que aprender, como hizo en el pasado, a conservarlo. ¿Por qué tenemos prisa de que se lo lleven?.


¿Cómo pinta el panorama en el País?

México necesita encontrar un nuevo rumbo, reconstruir los consensos nacionales, estamos sumamente divididos, la izquierda necesita unificación y un proyecto claro. El país necesita consensos sobre los temas relevantes, de otra manera no vamos a salir. El panorama es preocupante.

Y hablando de memorias, ¿Qué momento de su vida política recuerda en especial?

Mi interpelación al informe de gobierno de Miguel de la Madrid en 1988, recién pasadas las elecciones. Fue muy emotivo y significativo para la vida del país. Un congresista tenía el derecho de interpelar a un presidente si él se encontraba en la tribuna. Luego tuvieron que modificar la ley porque era un día de elogios al presidente donde entraba y salía como un rey. Ahí empezó una vida congresional distinta en México.


PERFIL


Nació el 23 de julio de 1933 en el Distrito Federal, es un político que ha ocupado diversos cargos y es considerado uno de los impulsores de la corriente de izquierda. Cursó la licenciatura en Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el doctorado en Ciencia Política y Derecho Constitucional en la Universidad de París. Ha sido secretario de estado, embajador en Naciones Unidas, senador, diputado federal y coordinador del Frente Amplio Progresista. Actualmente es comisionado para la Reforma Política del Distrito Federal.

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