After Office

A mis nietos les contaré que vi a los Rolling Stones

El grupo británico, liderado por un 'joven' de setenta y tantos años llamado Mick Jagger, dio el jueves un antológico concierto en el Foro Sol que se recordará por años. 

Sí, a mis nietos les contaré que vi a los Rolling Stones.

Y cuando pase, espero tener la mitad de la gracia y movilidad que tiene Mick Jagger a sus setenta y tantos años.

Ver en vivo a los Rolling Stones es de esas citas históricas a las que uno debe acudir alguna vez en su vida.

Aquí debo decir, querido lector, que este que escribe no va a engañar diciendo que es un fan de toda la vida, o que se sabe todas sus canciones. Más bien, un tipo al que le gusta su música y que tiene en su cuenta de Spotify unas seis o siete rolas de ellos.

El jueves los ingleses dieron su segundo y último concierto en México de la gira por Latinoamérica llamada Olé, y que tendrá como última parada una presentación sin precedentes en La Habana, Cuba, tierra donde alguna vez fue prohibida su música.

El concierto del jueves tuvo un lleno de 'no hay billetes', como se dice en lenguaje taurino, en un Foro Sol que iba dispuesto a rendirse a 'sus satánicas majestades'.

En sí, dispuesto a todo. A vibrar con los acordes del Rock 'n' Roll, dispuesto a aplaudir cuando Jagger arengaba, dispuesto a reír con los chistes del vocalista en un español no tan malo como el inglés de muchos que estábamos ahí. Dispuesto a chiflar, brincar y gritar con guiños tan básicos como que Mick se levantara un poco la playera.

Un gran concierto, divertido y prendido, como sólo se logra cuando artistas y público van con ganas de hacerlo así.

Salieron a escena minutos después de las 9 de la noche, acompañados de fuegos artificiales, y al ritmo de 'Jumping Jack Flash'.

Luego, en la tercera rola fue el turno del clásico 'It's Only Rock 'n' Roll', momento para el cual el Foro ya estaba totalmente lleno, y metido en el concierto cantando, gritando, brincando, y moteando –algunos, pero con un tufo poderoso-.

La quinta canción fue una que los seguidores mexicanos pudieron elegir a través de una votación vía Internet: ésta fue 'Let's Spend The Night Together'.

Antes de la sexta, Jagger dijo en ese español no tan malo que sería para los mexicanos románticos. Porque un rockero también tiene su corazón.

'Angie' era esta canción de amor.

Le siguió una de las favoritas: 'Paint It Black'. Sí, la de 'Guitar Hero'.

La nueve ( You Got The Silver) y la 10 (Happy) las cantó Keith Richards, el 'compadre' de Jagger, según el mismo Mick.

Previo a la canción 10, Richards mencionó que era el cumpleaños de su esposa, presente en el Foro, lo que provocó algunos "awww" en el público. ¿Ven? Les digo que también tienen su corazoncito los rockeros.

La nueve y la 10 también fueron momentos en los que se notaba mucho movimiento en las gradas, principalmente aprovechando para ir al baño.

Yo uno de ellos, nomás que me tocó ir de regreso cuando venía la 11 ('Midnight Rambler'). Aceleré el paso y empecé a subir brincando las escaleras y cuando iba como a la mitad del camino sentí cierto cansancio que me iba a detener para subir más lento, pero recordé cómo Jagger se mueve a sus setenta y tantos años y no me permití hacer semejante ridículo.

La 14 fue otra de las clásicas, y quizá el inicio del clímax del concierto. 'Start Me Up' preparó el camino, y 'Sympathy For The Devil' culminó ese momento de mayor adrenalina en el Foro.

Destaco la escenografía con luces y figuras que tienen los Rolling para 'Simpatía por el Diablo'. Un rojo intenso, que juega bastante bien con los guitarrazos y voz del grupo.

'Brown Sugar' cerró la primera parte del concierto, para luego el Encore, uno de los más cortos que he visto en mi vida. Es más, se puede decir que lo hubo nomás porque apagaron las luces unos segundos, para luego volverlas a prender.

¿"¡Otra, otra, otra!"? Payasadas no, please.

El concierto reanudó con 'You Can't Always Get What You Want' acompañada de un coro, y la última fue, como no podía ser de otra manera, '(I Can't Get No) Satisfaction'.

"Oh, oh, oh. Tantán, tantantán, tantantantantan".

Una sublime interpretación, debo decir, la cual incluyó fuegos artificiales hacia el final.

Y así, Jagger, Richards, Wood y Watts, se abrazaron para agradecer al público su entrega, esa tan fiel, como mexicana.

Hay conciertos, los buenos, de los que uno sale rockeando.

Hasta pronto, Mick. Buena suerte.

Y cuando les cuente esto a mis nietos seguro me preguntarán si es verdad que a sus setenta y pico de años tocaban como dicen, bailaban como dicen, y se vestían como dicen.

-Lo mejor es que es verdad, niños.

También lee: